Ansiedad ante los exámenes

Estudios sobre la relación entre ansiedad y fracaso ante los exámenes, en los estudios secundarios, apoyan la hipótesis de que la ansiedad es un fenómeno vigente en la población estudiantil y está muy presente ante la evaluación, dado la responsabilización que el alumno siente frente a los resultados.

También sabemos que la procrastinación académica es un fenómeno presente en la población estudiantil.

En ocasiones, los padres y tutores comparan estas dos situaciones, la ansiedad frente a la procrastinación académica, que significa, dejar todo para el final, con lo cual los alumnos no van lo suficientemente preparados a los exámenes y tampoco tienen la seguridad personal que confiere el dominio de la materia.

Sin embargo, desde un punto de vista psicológico y psicopedagógico, existen estudios que demuestran la correlación encontrada entre la ansiedad ante las pruebas de evaluación y la calificación media, lo que demuestra que la ansiedad ante los exámenes se asocia de forma negativa con el rendimiento académico. Recordemos la frase “me he quedado en blanco”.

Hable con sus hijos, y busque ayuda profesional si los exámenes suponen un puente imposible de cruzar para ellos y visite nuestras redes sociales.


Necesito un puentecito

En ocasiones, nos decimos a nosotros mismos, necesito salir, relajarme, descansar y desconectar. Buscamos recursos externos para lograr lo que no podemos conseguir en nuestra vida diaria.

Por ejemplo, organizarnos, priorizar, preocuparnos por lo que tiene solución y aplicar siempre el pensamiento positivo.

Las soluciones, casi siempre, están dentro de nosotros. Si nos dedicáramos a ahondar en nuestro interior, nos daríamos cuenta de que, al igual que muchos dicen, somos lo que comemos, los profesionales de la salud mental podríamos decir: somos lo que pensamos.

Los límites a nuestras ideas las marcamos nosotros, y a la mayoría de nuestras acciones también. Y los límites a nuestros pensamientos negativos, también los podemos poner nosotros.

Debemos construir, en todos los sentidos: no soy perfecta, no hace falta que lo sea, no soy capaz de todo, ni hace falta, no soy el prototipo de la belleza, ni falta que hace, no soy la más inteligente, me da igual. 

Tengo una plaza en este mundo y sería muy tonto desaprovecharla sin intentar ser feliz.